Contubernio Gobierno-sindicatos, por Luis María Anson
Se han puesto de acuerdo. Huelga general light, salvo en el Madrid de Esperanza Aguirre. Los sindicatos no apretarán las clavijas y el Gobierno ordenará a sus televisoras, que son casi todas, que no se ceben en el fracaso cada vez más probable.
El acuerdo sobre servicios mínimos, rechazado en otras huelgas generales, refleja la verdadera naturaleza de la situación. Zapatero ha cubierto de dádivas y dineros varios a los sindicatos. Y de bien nacidos es ser agradecidos. La Unión Europea ha obligado al presidente dadivoso a hacer lo contrario de lo que piensa. Pero, bajo cuerda, los sindicatos saben que Zapatero está a su lado y que la huelga general debe reencauzarse contra los empresarios y no contra el Gobierno.
En Madrid se preparan piquetes violentos para que Esperanza Aguirre se entere de lo que vale un peine. La lideresa popular ha puesto el dedo en la llaga del suculento negocio en que se ha convertido la administración de los sindicatos que exudan dinero por todos los poros, proveniente de las tres Administraciones.
Paripé, pues, entre Gobierno y sindicatos para que Méndez y Toxo no queden del todo mal ante los trabajadores. Y, tras la huelga, todo seguirá igual, con un Zapatero que no levanta cabeza, zarandeado por los líderes de la Unión Europea. El descrédito sindical adquiere, por otra parte, proporciones alarmantes, pues los sindicatos son necesarios para el buen funcionamiento de la democracia pluralista. Lo que ocurre es que se han convertido en el suculento negocio de unos pocos y el trabajador medio empieza a darse cuenta de la realidad, enmascarada hasta ahora por el temor reverencial a los sindicatos. En Inglaterra, Margareth Thatcher los fustigó hasta dejarlos en pernetas. Aquí, Esperanza Aguirre pretende lo mismo. Lo que pasa es que la Aguirre no es la Thatcher.
El Imparcial
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Ciudadanos en la Red también trata el tema con su habitual lucidez: Falangismo sindical
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Y Companys… encantado de que se cargaran la República en Barcelona (2ª parte)
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MarianoDigital 
Yo pensaba que este mail era una broma, pero algo tendremos que hacer para defender la democracia de los energúmenos.
(MAIL: «Español, salva a tu país: cómete un sindicalista liberao»)
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Hace años que van a por Madrid. Quieren reventar Madrid. Quieren Madrid a buenas o a malas.
Son sus palabras textuales.
O respetan la democracia y la ley o aqui volveremos a acabar muy mal.
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«Si los sindicatos fueran demócratas, garantizarían el derecho de cada cual de poder ir a trabajar, tal como los distintos gobiernos democráticos garantizan, con total transparencia, que los ciudadanos que prefieran a la oposición puedan votarla tranquila y absolutamente. Si los sindicatos fueran demócratas, condenarían la existencia de esos piquetes que nunca son informativos y que siempre amenazan y que en muchas ocasiones son violentos.»
Salvador Sostres
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Pero el gran drama de España es que ni los sindicatos son demócratas ni creen en la libertad. Los sindicatos, junto a ETA, son las dos únicas organizaciones que jamás le han dado una oportunidad a la democracia.
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Faltaba el sindicato de la ceja, se apuntan pero señalan que noes contra el Gobierno.
Pues claro, sectarios ,mediocres sin taolento: es contra Esperanza Aguirre.
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En las urnas nos veremos.
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Sí, pero los titiriteros no suelen ser muy respetuosos con las urnas.
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Pues nada, contra estos fachas de izquierda les soltamos a Belén Esteban.
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Eso, salva España, cómete un progre.
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«Nunca un gobierno atacó tanto los derechos de los trabajadores», dice Cándido Ménez. Y el mismo ¿no era el asesor de ZP?
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La mejor huelga es la que hacen los jóvenes españoles, que salen por peirnas de esta país que no les da ni siquiera un trabajo.
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Los sindicatos solo son un gasto inútil, unas garrapatas que drenan nuestra economía y la anclan en el pasado.
Por eso no quieren reformas.
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Para los sindicalistas liberaos esta huelga es muy importante, para muchos será el único trabajo que harán en los últimos 8 años.
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La aluminosis del
socialismo español
José A. Zarzalejos
A veces un hecho anecdótico se convierte en categoría y un solo detalle revela todo un relato. La negativa de Tomás Gómez a aceptar la retirada de las listas en las autonómicas madrileñas, como le pedía el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, ha servido para confirmar que el socialismo español ha entrado -como los edificios atacados por la aluminosis, es decir, construidos con cemento que contiene sales de aluminio en cantidades o proporciones inadecuadas- en un serio proceso de degradación política e ideológica. Algunos publicistas de la izquierda consideran al Ejecutivo de Zapatero como “suicidado” (así lo hace Enrique Gil Calvo quien, a propósito de la coyuntura, llega a hablar de la “autodestrucción histórica de la izquierda española actual”) y otros como Josep Ramoneda piensan que Zapatero ha “tocado fondo ideológico” al alinearse con las tesis de Sarkozy en su política inmigratoria.
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Los artistas, a la huelga. Lo malo es que después vuelven a trabajar. Jorge Bosso, jerifalte de la Unión de Actores de Madrid: “estamos en contra de la situación en que la cultura se encuentra en Madrid» ¡Quieren más dinero! Por favor, que se lo den y que sigan en huelga.
PIO MOA
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Y la ocupación hotelera ha sido buena pero seguimos bajando los precios. Por mucho que digan le turismo va mal.
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Los hoteles, cada vez bajan mas de precio:
Los precios, a la baja
La tasa interanual del índice de precios hoteleros (IPH) se situó en el -0,6% en agosto, tasa superior en 0,2 puntos a la obtenida el mes pasado y 0,4 puntos más a la obtenida el mismo mes de 2009. La facturación por habitación ocupada alcanzó un valor medio de 80,1 euros (0,6 euros más que hace un año) y el ingreso medio por habitación disponible se situó en 56,1 euros (2,9 euros más que un año antes).
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Los partidos políticos no articulan la democracia, la secuestran. Los sindicatos no defienden a la 'clase obrera', la manipulan y -literalmente- viven de ella, enfangados en sus objetivos perfectamente confesables: vivir bien.
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Tengo bastante que decir, pero voy a intentar sintetizar.
1] Yo no soy partidario de la huelga. No pienso secundarla.
2] Yo no soy partidario de este gobierno. Buena parte de los propugnantes de esta huelga han votado al psoe y muchos de ellos volverán a hacerlo. ¿Dónde está la coherencia?
3] Entiendo la huelga dentro del ámbito de la relación trabajador – empleador. Una huelga general excede, a mi modo de ver, el ámbito natural del ejercicio del derecho de huelga. En el siglo XXI me parecen una figura no justificada.
4] Una huelga general no hace daño a un gobierno, hace daño al país.
5] Los sindicatos españoles son una panda de apesebrados que chupan del presupuesto [sí, señor Escudier] con una legitimidad cero. Sindicatos, organizaciones empresariales y partidos políticos deberían de vivir de sus afiliados.
6] La legitimidad de los sindicatos yo la entiendo dentro del ámbito de la empresa [de cada una de las empresas]. Fuera de ese ámbito, no les reconozco legitimidad ni representatividad alguna.
7] Una huelga aderezada por las coacciones de los «piquetes informativos» – que actúan como mafias sicilianas -, cualquiera que sea su resultado, carece de entidad significativa.
8] La policia debería proteger a quien quiera libremente trabajar y, debería encerrar a quien amenace y ataque a bienes y personas, amparándose en que son piquetes.
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Primero abroncan a los sindicatos por no ir a la huelga y luego la boicotean imponiendo servisios mínimos abusivos. ¿Que habrá hecho este pais para merecer a esta clase política?
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a cuántos gorrones liberados en la Administración le pagamos el restaurante.
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-Los restaurantes de Méndez.
¡Hombre! Para quienes no conocen Madrid, quizá se les diga «Hotel Villamagna» y piensen un hotel más. Pero no. Uno de los cinco estrellas con más tradición de Madrid que alberga, además, unos espléndidos restaurantes, cuyo precio está en consonancia con su calidad.
En aquel panfleto con forma cinematográfica de Antoni Ribas, «La ciutat cremada», se representaba a un hipócrita y populista Lerroux que, mientras usaba un inflamado lenguaje revolucionario para excitar a las masas, se pegaba en privado la gran vida, con manjares de lujo y champán francés.
La realidad acaba superando la ficción y Méndez, pagando un banquete a veinte, en un restaurante de lujo, en un hotel de lujo de Madrid, sí merecería una película, que Almodovar no hará, pues sigue buscando pintar la caricatura de algún cura maricón u otros animalitos más de su gusto.
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